viernes, 1 de mayo de 2009

Ffffffff

Soplar, soplar, soplar. Despacito soplar la laminita de detergente en la O que forman el índice y el pulgar, muy despacito, pero constante, para que la laminita se hinche como una panza, y crezca y se haga una panza redonda, una burbuja grande que nos envuelve y es una burbuja llena de liquido amniótico embarazada de nosotros. Una panza frágil que nos contiene y nos protege y nos alimenta en una vida circular, de limites redondeados y blandos que ceden a nuestros movimientos.
Apoyar la mano en la pared y sentir como se hunde y presentir como del otro lado la panza se mueve y nos muestra, ocultando nuestra fisonomía. Y así, sostenidos en la burbuja, avanzar, retroceder, viajar. Trasladarnos en una realidad ideal, irreal. Transcurriendo un tiempo sin tiempo. Transcurriendo nosotros en el tiempo y no el tiempo en nosotros. Fetos de una laminita de detergente. Al final: Ploc! se desvanece y nacemos en el día de hoy: 20 de noviembre de 2006 a las 23:10 hs. Nacemos en el tiempo que nos traspasa, en las paredes duras que no ceden y con puntas que no protegen nuestra fisonomía. Al final: Ploc! y morimos a esta realidad tan real.

Vislumbrar el comienzo de algo. El minotauro descubriendo la punta del ovillo un segundo antes de la muerte, olvidando el laberinto, presintiendo la doncella y la libertad. Una especie de alegría apagada, melancólica. Creer en la vida, en la alegría de vivir. Sabor a poco. Sabroso sabor a poco...